viernes, agosto 25, 2006

TARDE

Quien no ha llegado tarde a la vida de otra persona?

Yo siempre habia sabido de eso, pero jamàs habia pasado por eso. Hace 3 semanas llegò Patricia desde España, junto a ella llegaron 6 españoles mas, pero lo q yo no sabia era q habian 3 españoles en Chile, desde hace un año. Oscar, uno de ellos, bien guapo, simpatico, amoroso, nos vimos una vez, esa noche conversamos, pero no hubo mucha quimica...pero el martes aceptò la invitacion al bar, primero me invitò a cenar, joo y el pobre preparò la cena...luego nos fuimos al bar con Patricia, Xiomara, Hans y Oscar, ahi estaba Daniel con su guitarra y sus canciones...con Oscar estuvimos toda la noche conversando, riendo, y compartiendo sueños, poco a poco comenzè a sentirme atraida por el, por sus ojos, sus manos y su manera de ver la vida...

Si bien sentìa todo esto, no estaba en mis planes decir algo al respecto..pero fue el quien me dijo: Siento haber llegado tarde, donde estuviste este ultimo año?...pero mas vale tarde q nunca...
y supongo q es cierto, siento q las grandes amistades o amores siempre llegan tarde, solo duran un segundo, pero el recuerdo de esa huida...te quedara por el resto de la vida...

"pero donde has estado este tiempo? se hace tarde, vete a casa...."

5 comentarios:

LaRomané dijo...

Quizas no es tan tarde...


Saludos
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LaRomané

Maqui & Violetas dijo...

Por qué es tarde?
Él se va?
Mira qué casualidad si él fuera tu hombre...

Saludos,

Anónimo dijo...

Que identificada me siento con esto de "llegar tarde". Yo me consuelo pensando que si he llegado tarde, es porque quizá no sea el hombre de mi vida. Aunque en el fondo sé que lo es.
Animo guapísima.
Besos transoceánicos.
Melania (tindaya)

samsa777 dijo...

La vida no entiende de horarios: simplemente llega y tira abajo la puerta...

Anónimo dijo...

Pau, la vida siempre, siempre pone cada momenmto en su lugar,cada experiencia, cada sonrisa, cada despedida... ya ves, mi chiquillo y yo nos separamos por cuatro años y aqui estamos...a medias, pero estamos... recuerda que la vida te pedira cuentas...
Abrazotes, Cata